Había una vez un pequeño circo ambulante con una domadora, un payaso, una hermosa equilibrista y un mago. También había un elefante, un mono y un conejo blanco.
Cuando cada
tarde comenzaba la función, la domadora hacía sentar al elefante en un pequeño
taburete, el payaso y el mono hacían reír al público, el conejo desaparecía en
la chistera del mago y la equilibrista realizaba increíbles piruetas en lo más
alto de la carpa. Cuando esto último ocurría, el elefante suspiraba:
- Yo quiero
ser equilibrista – se atrevió a decir una vez.
El mono rió
a carcajadas, y los demás, que apreciaban mucho al elefante, intentaron
disuadirle de su idea, pues tan gordo y torpe como era, no querían que
fracasara en su intento.
- Eres muy
grande y patoso – dijo el payaso – Los elefantes no nacieron para ser equilibristas.
La domadora y el mago intentaron
igualmente quitarle la idea de la cabeza.
¡Pobre elefante! Decepcionado, agachó
la trompa y se marchó a llorar en su minúsculo taburete. Entonces el conejo se
le acercó y le dijo:
- ¡Yo
tampoco creo que los conejos nacieran para desaparecer dentro de una chistera,
pero mírame a mí!
Y entonces
el elefante dejó de llorar. Pasaron después quince días con sus quince noches,
y durante ese tiempo, el elefante persiguió su sueño con ayuda del conejo. Hasta
que un día, al comenzar la función… ¡El público contempló anonadado cómo un
gordo y torpe elefante trepaba hasta lo más alto de la carpa!
- ¡No lo
hagas, te caerás! – gritó el mago.
- ¡Olvida tu
sueño, eres un elefante! – exclamó la domadora.
Pero el
elefante desoyó las advertencias y comenzó a caminar de puntillas, a cinco
metros de altura, por un cable casi invisible.
Y dio un
paso, dos y tres… y ante el orgullo de un conejo blanco y el asombro de los
espectadores, ese torpe y gordo paquidermo se convirtió en el primer elefante equilibrista del mundo.
Así que ya
sabéis, perseguid vuestros sueños, no dejéis que os corten las alas, ni las
cortéis vosotros a nadie que quiera alcanzar los suyos.
Y, colorín,
colorado, este cuento se ha acabado.