lunes, 12 de agosto de 2013

Había una Vez... La Ratonera Vacía

Mamá Ratona barrió por tercera vez la cocina. Y por tres veces la escoba trabajó en balde. No había nada que barrer, tampoco que lavar, tender o planchar.
 
Subió a las habitaciones. Calma total. Entró en el cuarto de los ratones y todo estaba en su sitio. Ningún juguete fuera de lugar, ningún trasto por el suelo...

Escuchó con atención. Silencio.
 
Bajó las escaleras y se sentó en el último peldaño. Abrió el camafeo colgado de su cuello y besó cada una de las diminutas fotos de sus roedores. Cómo dolía su ausencia, cuánto les echaba de menos...

De pronto reaccionó y sacudió la nostalgia. Contó los días en el calendario, ¡muy pronto estarían de nuevo en casa! Así que sonrió y se levantó con energía, dispuesta a barrer por cuarta vez la cocina.